En pocas palabras, el término “ganancias de capital” se refiere a utilidad. Son la utilidad hecha de vender un activo. Este tipo de utilidad es obtenida cuando el precio de venta de un activo de capital es mayor que su precio de compra.
Aunque este término es usado comúnmente para discutir ventas de acciones, también puede referirse a ganancias hechas por la venta de otros tipos de activos, así como bienes raíces o piezas de arte. Para aprender más sobre los distintos tipos de ganancias de capital y sus impuestos, sigue leyendo.
Las bases de las ganancias de capital
¿Cómo se calculan las ganancias de capital?
Imagina que un inversionista quiere vender sus acciones de Apple. Si el inversionista inicialmente compró 100 acciones de Apple a $100, inicialmente invirtió $10.000. Si luego vende esas acciones a $200 cada una ($20.000), ha recibido una ganancia de $10.000.
En otras palabras, las ganancias de capital del inversionista fueron de $10.000 en esta transacción.
Ganancias de corto plazo
Las ganancias de capital a corto plazo son ganadas sobre un activo que ha sido mantenido durante un año o menos. Estas ganancias pueden ser factorizadas en tu ingreso como cualquier salario normal.
Por ejemplo, imagina que compraste una propiedad en febrero de 2019 por $100.000 y la vendiste en enero de 2020 por $120.000. Cuando declares impuestos ese año, tendrás que agregar los $20.000 de ganancias a tu base salarial.
En el ejemplo previo, cuando tomas estas ganancias de capital en cuenta para 2020, tal vez te encuentres en un tramo impositivo mayor. En tal caso, puede ser beneficioso ahorrar parte de los $20.000 que ganaste para pagar tus impuestos de año fiscal para 2020.
Aunque hay verias maneras de evitar impuestos en la venta de hogares, usualmente no es posible evitarlos si la venta es categorizada como una ganancia de capital de corto plazo.
Ganancias de largo plazo
Las ganancias de capital de largo plazo son gravadas a una tasa menor que las de corto plazo. Incluso, hay veces en las que puedes evitar pagar impuestos en las ganancias largo plazo.
Dependiendo en la utilidad que hagas por tu venta, tus ganancias son gravadas en tasas diferentes. Las tasas pueden ser tan bajas como 0% o tan altas como 20% en estos tipos de ganancias. Por esta razón, puede ser beneficioso retrasar la venta de un activo hasta que lo hayas poseído por más de un año.
También es importante notar que hay excepciones a esta regla. Por ejemplo, las piezas de arte son gravadas al 28% mientras haya estado en posesión durante más de un año.
Evita pagar impuestos
Para muchas personas, su hogar es su activo más grande. Dependiendo de las tendencias en tu mercado de bienes raíces local, hay una oportunidad de que hayas hecho dinero por tu hogar, ¡solamente al vivir en él!
Después de vender tu hogar hay dos métodos para evitar pagar impuestos innecesarios sobre tus ganancias de capital.
El primero es vivir en tu hogar por más de dos años. Si usaste la propiedad como tu residencia por dos años o más (sin necesidad de ser años consecutivos) eres elegible por un tramo impositivo de hasta $500.000 de las ganancias de capital si presentas una declaración conjunta y de hasta $250.000 si presentas una declaración como individuo.
El segundo método es registrar las mejoras de tu hogar. Junta los recibos de cualquier obra realizada en tu hogar, desde pequeños mantenimientos hasta grandes mejoras. Estas contarán como tu precio de compra al calcular las ganancias totales en la venta.
Aunque a menudo puedes pagar una tasa menor con ganancias de capital de largo plazo, ten en mente que la ley tributaria puede ser confusa. Por ejemplo, las personas discapacitadas pueden no tener que pagar algunos de estos impuestos.
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